Los genes que regulan la personalidad.

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"Si la espiritualidad tiene una base genética, significa que tuvo algún propósito evolutivo". D. Hamer.
¿Es posible que los genes influyan en nuestra personalidad?
D. Hamer analiza los genes que regulan la personalidad. Descubrieron que en un experimento con ratas, que llevaban electrodos en el cerebro, que cuando se acercaban al borde de la jaula les daba una descarga y corrían hacia el centro, menos una que corría d nuevo hasta el borde, descubrieron que le habían colocado el electrodo en otro lugar del cerebro y lo que hacía es que al recibir la descarga era la experiencia más placentera del mundo. Si tienen ese electrodo en ese lado del cerebro preferirían la descarga a comer, aparearse, etc.
Para que la descarga produzca algo placentero, tienen un gen que libera dopamina y está relacionado con la felicidad de las personas.
Hamer, utilizó unos cuestionarios de personalidad que realizan hermano gemelos completamente iguales, mellizos y hermanos sin más. 
Tras realizar estudios el investigador encontró un vínculo entre la espiritualidad y un gen. Si la espiritualidad es algo debido a la genética, sería hereditario.
Han encontrado otro gen que afecta a todos los sentimientos negativos. Han llevado a cabo estudios en los que se estudiaron a todas las parejas de gemelos. 
Como los gemelos están relacionados geneticamente, descubrieron que el 50% de los genes determina la sexualidad, una influencia hereditaria.
Los científicos no entienden cómo creamos los pensamientos y las emociones, pero lo que si entiendes es que todo lo que controla el cerebro está influido por los genes y que controlan las sustancias químicas que se liberan.
Han averiguado que los que tienen el dedo anular más grande que el índice, suelen ser hombres, son más valientes y corren más riesgos. Estas diferencia no crean a uno mejor o peor, simplemente diferente.
Los hermanos gemelos idénticos geneticamente nos ayudan a averiguar qué genes hacen que cada persona tenga su propia personalidad.
Los efectos de la cultura son enormes y son los únicos que podemos controlar.
El cerebro ha evolucionado para tener relaciones sexuales y poder relacionarse con otras personas. 
Hay que crear sociedades en las que las personas se sientan bien unas con otras. 
Todo el mundo tiene un futuro porque todos tenemos la misma genética básica.