https://www.youtube.com/watch?v=hdD6XZ7wrs8
Con respecto a la personalidad, el cerebro es como una orquesta, parece ser que en el cerebro hay partes diferentes que se combinan para formar nuestra personalidad.
Los niños no saben dirigir muy bien porque sus lóbulos no se han desarrollado lo suficiente. Durante la niñez hay más caos que armonía por eso cuando tienen una rabieta conviene recordar lo que está pasando, a veces no pueden evitarlo. No es solo el enfado, también tienen dificultades en resistir las tentaciones. Hacen un reto para unos niños de primaria, le ponen su golosina favorita delante y tienen que aguantar un tiempo si comerla, si lo hacen podrán comerse tres. La tentación es casi insoportable. El experimento demostró que a pesar de que los niños sabían que después tendrían tres 2 de cada 3 niños no fueron capaces y se lo comieron antes. Esto se debe a que su cerebro no es maduro para controlar los impulsos.
En el caso del padre de familia, ha pasado una semana y el padre está luchando por reprimir sus impulsos. La batalla sigue y está intentando poner en práctica los consejos de la psicóloga. El viaje solo está comenzando. A medida que nuestra mente va desarrollándose empezamos a entender quienes somo nuestra personalidad se asienta y mejoramos nuestro control. Al final de la niñez, nuestra personalidad sufre un cambio importante que nos puede hacer perder el rumbo. Ese cambio es la pubertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario