viernes, 13 de junio de 2014

Transtorno de Personalidad:

Trastorno de personalidad: es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o prejuicios para el sujeto.
Un síntimoma del trastorno puede ser el aloplástico, repercuten en los demás y son plenamente aceptados por el ego del paciente. La sintomatología de la personalidad anómala es como el aliento con olor a ajos, solamente lo sufre el observador.
Rasgos del trastorno de personalidad:
Egosintónicos: la persona se siente bien como es, o en todo caso percibe su sufrimiento emocional como algo inevitable, sin relación alguna consigo mismo, con su manera de ser y comportarse.
Desadaptativos hacia el final de la adolescencia se consolidan de forma permanente y estable), y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo.
Diez tipos de trastornos de personalidad, reunidos en tres grupos:
1.- Raros o excéntricos:
Paranoide → desconfianza excesiva o injustificada, suspicacia, hipersensibilidad y restricción afectiva.
Esquizoide → dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica.
Esquizotípico → anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y de la conducta, que no llegan a reunir los criterios para la esquizofrenia.
Este grupo de trastornos se caracteriza por un patrón penetrante de cognición (por ej. sospecha), expresión (por ej. lenguaje extraño) y relación con otros (por ej. aislamiento) anormales.
 2.- Dramáticos, emotivos o inestables:
Antisocial → conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás, se presenta antes de los 15 años y persiste en la edad adulta.
Límite → inestabilidad en el estado de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal.
Histriónico → conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales marcadas por la superficialidad, el egocentrismo, la hipocresía y la manipulación.
Narcisista → sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal.
Estos trastornos se caracterizan por un patrón penetrante de violación de las normas sociales, comportamiento impulsivo, emotividad excesiva y grandiosidad. Presenta con frecuencia exteriorización de sus rasgos, llevando a rabietas y arranques de rabia.

3.- Ansiosos o temerosos:
Evitativo → hipersensibilidad al rechazo, la humillación o la vergüenza; retraimiento social a pesar del deseo de afecto, y baja autoestima.
Dependiente → pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y decisiones propias, subordinación e incapacidad para valerse solo, falta de confianza en sí mismo.
Obsesivo-compulsivo → perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento; dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas.

Este grupo se caracteriza por un patrón penetrante de temores anormales, incluyendo relaciones sociales, separación y necesidad de control. 

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